sábado, 8 de noviembre de 2008

Retorno



Miguel Pacheco Loins
Antofagasta, Noviembre 2008



Visiones espirituales ancestrales
recorridas en mágico silencio,
la brisa me sacude los temores,
poseído por aladas bendiciones.
Fieros ojos me rodean en alerta,
dispuestos me observan vigilantes
expectantes de mi turno convocado
a fundir el agua de la vida.

Divinas guías irisadas, luminosas,
en cuadrantes líneas centelleantes,
alas curvas veo se conforman,
en elevados aires seguras me sostienen.
Aguila celeste navegante,
vuela oscuros cielos expandido,
alcanza alturas nuevas desafiantes,
trasciende el espacio y el tiempo detenido.

La serpiente acomete presurosa,
invita con sus fauces desplegadas,
en ella sin temores me desplazo
por el túnel de la tierra maternal.
Descifro los secretos de la piedra
sorprendido por mil luces misteriosas,
en el campo se proyecta transparente
cada ángulo de la esencia universal.

Incógnitas raíces me sostienen
umbilicales lazos vinculan a la tierra
a la fuerza sabia, alimenticia,
herencia divina de la vida.
Fuerza proyectada suavemente
en mensajes de hojas susurrantes,
la naturaleza habla de virtudes
a los hijos que retornan a la tierra.

viernes, 4 de julio de 2008

Romance del viento y la tierra



Miguel Pacheco Loins
Antofagasta, Agosto 2007



Transparentes y amorosas manos
dejan huellas en el tiempo,
surcos en la tierra permisiva
que acogen las vitales semillas
de días espontáneos
y de siembras sin cosechas.

Paisajes se dibujan mágicos
en tal lienzo trascendente,
sólo por sí mismo descubierto,
superando causas y razones,
su existencia delibera
entre ciencia y fantasía.

Brisa amorosa que se escapa
tras incógnitos destinos,
limpia el rostro de la tierra
que al sol dormita pasivo,
se despierta entonces presurosa
deseosa tal vez de olvido.



domingo, 29 de junio de 2008

DE LA VIDA Y LA MUERTE



Miguel Pacheco Loins
Antofagasta
Noviembre 2006


Parece que la vida emerge de un furioso caudal que, imparable se desborda, alcanzando cada rincón como un sublime espíritu que no puede detenerse si no con su misma energía. Cada centímetro cúbico, cada molécula, cada átomo, poseen una fuerza que se impulsa, conformando la vastedad. De cada pequeña fracción nace una vida que cobra forma inesperada, detiene su carrera infinita para convertirse en una sombra de su ser; una vida que se nubla de conciencia y divaga en quimeras que en un segundo del infinito parecen no tener comparación, ocultando la luz, el brillo intenso del gran río que corre incesante.

Un segundo del infinito es una vida de misterios para la sombra del espíritu que a cada momento intenta sostenerse en la tensión segura que lo afirma de la roca y de la tierra… sólida, pero que la detiene… que detiene el curso de cada gota antes de que regrese a su caudaloso origen, energético, vital, fuerte, y a la vez amoroso.

La rivera invita a quedarse, a detener el mágico fluir, regalando experiencias, en cada momento encantadoras. Ella se vitaliza con cada gota bondadosa que le regala humedad y que comparte su divinidad, desnaturalizándola desesperada atándola con desesperación a su vientre, más la naturaleza no se detiene y nuevamente fluye destinada a cumplir su enamorado destino, la partida, al reencuentro con su esencia, la pureza.

La fantasía del tiempo nos condena o nos libera, nos envuelve y confunde en autorreferentes experiencias. A cada momento una gota retorna a la naturaleza dejando una huella en un terreno ahora bañado por nuevas vidas, todas ellas partes de la misma y fin que les espera.

Cada segundo amenaza la tensión y aumenta las urgencias, la que pende de la roca se acerca la despedida… los ojos se cierran temerosos.

La luz descubre en cada rincón de caudal la naturaleza… planetas, universo… la creación misma, convertida o no en materia… pura, transparente e incólume, principio y destino, origen y fin de la ilusión de una vida pequeña y memorable.

Las gotas caen de roca en roca hasta retornar a su origen amoroso, se hacen parte del todo y se quedan para siempre; no hay antes ni después, fronteras límites o invitación. Somos las gotas que penden de la materia en espera del retorno a la esencia, un mar universal que es respirado, tacado, que invade cada espacio y momento… eternamente… ¡No están muertos, los vivo desde mi sombra!


* * * * * * * * * * * *



Ante la pregunta de un niño respecto al retorno de su abuelo muerto:

Imagina que este inmenso mar es Dios… y sabemos que Dios es el aire, el agua, la tierra… todo. El abuelo es como una gota de agua que ha caído en este mar, diluyéndose y haciéndose parte de él, de todo. Ahora no necesita regresar porque está aquí, en cada cosa, en cada persona que ves, y sobre todo, está en tu corazón.


Despedida


Miguel Pacheco Loins
Letras de Oro 2007
Editorial Nuevo Ser
Buenos Aires - Argentina

El sentido de lo ausente
vitaliza un momento
en que vidas que despiertan
después de años de letargo,
de conciencias inocentes,
desesperan agonías.

Soledad y compañía
en sincronías se contrastan,
dimensiones encontradas
de paradojas emergentes,
persistentes los impulsos
desencadenan despedidas.

Incertidumbres amenazas
de vacío interminable
la vida y un segundo
se imponen silenciosos
una ruta temerosa,
despedida... renuncia eterna.

sábado, 28 de junio de 2008

Momento entre vidas


Miguel Pacheco Loins
Letras de Oro 2007
Editorial Nuevo Ser
Buenos Aires - Argentina


I

Una anciana y una niña
se acercan misteriosas
en vaivenes, titubeantes,
sonrientes las miradas

Lanzan cantos que, privados,
arrancan raíces de la tierra
rompen alas silenciosas,
sin sospechas, devastados.

II

Melancólicas victorias
aparecen encantando
y experiencias infinitas,
mas de dolores conocidos

Invita la anciana a ensueños
y a rancios pasos recorrer
sostenido en sabios lazos
y en doradas cadenas de poder

III

Infantiles ojos de mirar furtivo
en joven la niña se convierte
se alimenta de ansias desatadas
de dulces ilusiones envolventes

Invade el día de alegrías,
También de temores el presente
es amiga y enemiga
vestida, adornada de fantasías

IV

Una joven y una anciana
que confunden fácilmente
Confabulan amorosas
en el borde de la vida

Fuga


Miguel Pacheco Loins
Letras de Oro 2007
Editorial Nuevo Ser
Buenos Aires - Argentina

Olor cansado de recuerdos resistidos
cargando sueños en rutinas amorosas
atraen convulsos días y temblores
de incertidumbres infinitas proyectadas

Vitales momentos de colores matizados
duermen el camino de circular salvación
rompiendo almas anhelantes prisioneras
de discursos cadentes de persuasión.

Ojos entreabiertos se conmueven silenciosos
Se respira olvido intuyendo soledad
La inmensidad desmorona vanidades
Soltar amarras a un niño al mundo… y más…

El mundo en colores


Miguel Pacheco Loins
Santiago-Antofagasta. Mayo 2008.

Con mucho cariño para las
artistas Loins Allende.



Sentimientos de colores renacidos
desde el vibrar florecen presurosos,
recorren cada unidad íntima del alma,
cada hilo de vitalidad, cada energía,
desde un espíritu que al instante es alado,
y emigra a lo lejos, en el tiempo de latir.

La dulzura de un recuerdo se despierta,
o el anhelo de la vida lo alimenta,
un segundo infinito transparenta,
una vida de ansiedad incandescente;
es un rastro de pinceles que en el aire
de la magia infinita se sostiene.

Profundas líneas de mixturas interminables
que en el lienzo se recrean danzarinas
de cromáticos sueños destellando
plasmando cada pulso de una vida;
mil colores se confunden presurosos
la paz ahora alcanza las miradas.