Antofagasta diciembre 29 de 2019
Hija
del día del indomable torbellino,
de
inciertos destinos impulsada,
que
encienden con sus ráfagas la lumbre,
que
incendia los rancios días del mundo antiguo
Que
tu vida cual convulso río se desborda,
en
las tierras de lápidas antiguas,
sembrando
con tus fértiles palabras
en
tierras antiguas de lobos, piedras y de ruinas
El
ambar ilumina las viejas murallas
y
las rimas ofrecen algún consuelo,
a
las invadidas grietas de rancias glorias,
con
la fuerza del mundo nuevo se despierta.
No
desistas de tu destino demandante,
que
tu verbo invita a la vida,
semilla
asentada en los nuevos surcos,
que
abre corazones a nuevas experiencias.