domingo, 29 de diciembre de 2019

Semilla


Antofagasta diciembre 29 de 2019

Hija del día del indomable torbellino,
de inciertos destinos impulsada,
que encienden con sus ráfagas la lumbre,
que incendia los rancios días del mundo antiguo

Que tu vida cual convulso río se desborda,
en las tierras de lápidas antiguas,
sembrando con tus fértiles palabras
en tierras antiguas de lobos, piedras y de ruinas

El ambar ilumina las viejas murallas
y las rimas ofrecen algún consuelo,
a las invadidas grietas de rancias glorias,
con la fuerza del mundo nuevo se despierta.

No desistas de tu destino demandante,
que tu verbo invita a la vida,
semilla asentada en los nuevos surcos,
que abre corazones a nuevas experiencias.


viernes, 14 de noviembre de 2014

Te descubres.



Miguel Pacheco Loins
Noviembre 2014


El los ojos dulces de la mañana
se descubre la promesa de los días
que persisten ante frío de los breves inviernos
y el fuego que calcina con nuevas las miradas.

Los días se despliegan a tus pasos,
la incertidumbre te atrae temerosa,
prevalece la esperanza ante la rosa y sus espinas,
la luz de tu rostro e iluminar las nuevas sombras.

Te descubres fuerte amazona,
en tu silencio atento no te rindes,
descubres el inhóspito silencio de desiertos
y conviertes tu ruta en la más fértil primavera.

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sábado, 15 de febrero de 2014

Prodigios del desierto




Miguel Pacheco Loins
Febrero de 2014

Símbolo silente que revela los enigmas,
desafía el gobierno de la razón y la creencia,
desata la tormenta recia y la leve brisa que acaricia,
que inesperadas despiertan otoño y primavera.

Desde su origen desata los vientos y la lluvia
que recorre antiguos campos olvidados,
horadando las costras de las heridas del desierto,
alcanzando la antigua semilla esperanzada.

Desde su húmedo refugio la vida se manifiesta,
despliega sus hojas al celeste y cálido universo,
sus más suaves y delicados pétalos se despliegan
y descubren su maravilloso y único destino.


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En el alba



 
Miguel Pacheco Loins
Febrero de 2014

Mientras caminaba por bosques inexplorados
tropecé con una vida que a la luz se descubría,
con sus ojos el horizonte de sueños entintaba
y ansiosa abría sus alas para alzar el vuelo.

Entregaba esperanzas a los vientos de los días,
y descubrió que legaba alegrías en su canto,
que el vientos no guarda huellas de su trino,
que el alma de tierra y el camino son su destino.


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sábado, 4 de enero de 2014

De cómo nos quedamos solos...


miércoles, 1 de enero de 2014

Errante del Desierto





Miguel Pacheco Loins
Antofagasta, enero de 2014



En el espacio inmenso del desierto
se encuentran los sueños más brillantes
y los fantasmas más terribles del santuario
que despiertan al sonido de los pasos.


Si el caminante se detiene por un instante,
al oír los amenazantes sonidos del pasado,
se ensombrece a sus ojos el más claro amanecer
y le oculta la senda de los sabios.


Los pálidos acompañantes del camino
olvidan al errante del desierto,
encantados por el ininteligible y sagrado canto
que de su alma eleva hasta los vientos.


Sus murmullos se convierten en eco,
en la más poderosa fuerza de la tierra,
que lo salva de los ruidos más fieros del camino
y de los temores que lo acosan desde silencio.


La piel se despierta ante el frío amanecer,
la conciencia limpia a cada paso ante lo incierto,
los blancos danzantes se desvanecen ya vencidos…
y el errante crece en la senda de su vida.

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