miércoles, 2 de marzo de 2011

Renacer de Sueños



Miguel Pacheco Loins

Febrero de 2011


Me alzo en alados seres de sueños olvidados
en el tiempo de reencuentro con el agua de la vida,
con la piel adormecida que se funde en el rocío,
frescor dulce del primer día de tu mágica presencia.

Canto de los mares que rítmicos se mecen
en palpitantes movimientos que a lo lejos me delatan,
y el temblor que te descubre las fuerzas de la tierra,
de las íntimos anhelos de la esencia de la vida.

Inciertos los destinos y la plaza a que me invita
la fragua que el agua enciende no libera de esta aurora,
candente y roja el alma como en aire te transforma,
vital es tu presencia, necesito respirarte.

En las manos se diluye la efímera esperanza
y me calza desesperos y los pasos en zozobra,
el calmo tiempo desgarrado con sus mantos devastados
por el hierro de tu escudo, de tu espada y de tu yelmo.

La mesura que ensordece el campo de la justa,
la piel convertida en costra de la tierra prometida,
que sostiene la cordura de los días de la espera,
enraíza a cada grieta que el tiempo cicatriza.

Mil pasos adelante, como brazas convertidos,
oscuros mantos que resguardan el brillo de tu ser,
despiertan presurosos ante la cálida presencia
y redime la distancia que abate una caricia.

Inciertos los destinos y la plaza a que me invita
la fragua que enciende vida libera las amarras,
el alma descubierta en su esencia te transforma,
vital en el ahora, una dádiva mañana.

No encadeno las ofrendas de una vida natural,
comparto los caminos y aprendo a respirar,
en el incierto entramado de la ruta compartida,
mas hoy somos los que beben de la misma vida.