miércoles, 19 de octubre de 2011

Te descubres cada mañana


Miguel Pacheco Loins
Antofagasta, Octubre de 2011

La mañana se muestra clara, transparente,
a través la vitalidad natural de su luz
transmitiendo a los rincones de la tierra
su mensaje de largas maravillas.

Las frescas aguas que viajan por el valle
con alegres cantos de paz inundan,
endulzando la tierra que sus brazos tocan
dándole vida a las secas esperanzas.

Vuelas como brisa suave en primavera
y contigo los colores de la vida,
los pétalos suaves acarician la mirada,
del espíritu abierto a tu presencia.

La tierra fuerte se funde en la alquimia
del sabio espíritu que la creación
alimenta con ella de energía cada vida
le da sentido a duda y a la razón.

Eres la luz de la cálida mañana tranparente,
agua y brisa que endulzan cada día,
tierra que alimenta y sostiene cada sueño
la maravilla del universo celebrada.

sábado, 17 de septiembre de 2011

El último viaje

Miguel Pacheco Loins
Antofagasta, Septiembre de 2011

Navega en las estelas de un horizonte
que se aleja más de los sueños
y a los puertos te aproximas tan lento
como la brisa permite la fuga.

Rumbos imposibles sólo quedan
la deriva amenaza las viejas rutas
las mareas confrontan el norte
y en el cansancio de olas renuncia.

Nocturnos cielos, aires transparentes,
acompañan la cotidiana travesía vital,
celestes guías describen direcciones
te entregas desarmado a la indecisión.

La aventura aproxima su término
impredecible el desenlace se torna
oceánicos seres pacientes esperan
entre la tierra y el cielo tu vano fin.




sábado, 27 de agosto de 2011

NINFA


Miguel Pacheco Loins
Antofagasta, Agosto de 2011

Mirada que con fuego registras
la huella de ninfa misteriosa
envidiada por las flores del bosque
que no lucen en tu mágica presencia.

De paisajes te modelaron los dioses,
tu imagen esmerados diseñaron
con amaneceres fundieron las esencias
embriagadoras para el hombre natural.

Suaves pétalos son tus labios
que invitan el néctar de la vida,
piel de seda que te envuelve
experiencia seductora maravilla.

Si la mágica ninfa se posara
con sus dulces pétalos en mis labios
si la piel me envolviera con su seda
viviría por siempre extasiado.



domingo, 21 de agosto de 2011

Sombrío

Miguel Pacheco Loins
Antofagasta, Agosto 2011


En silencio los fríos calabozos,
la soledad se impone certera.
las mentes se turban cadenciosas
ante el exilio de sentidos condenados.

La oscuridad tiñe las paredes.
de piedra las negras barreras
que se proyectan al espacio oscuro,
en alas infinitas de noche sin luna.

Vida de hermética experiencia,
sin tiempo en hombros descarga.
cuerpos que se forman en el borde
con párpados sellados de pesar.

Conciencia esculpida por flagelos
en el silencio separa las existencias
la turba comparte petreas barreras,
próximos y desconocidos a la vez.

El silencio se impone permanente,
emociones pendulares se suceden,
desconocido el hombre de su imagen
desconocido de su vida hasta el fin.

jueves, 26 de mayo de 2011

Con una mirada

Miguel Pacheco Loins
Antofagasta, Febrero 2011

Con una mirada me salvas

y dejo penumbras y silencio;
con una sonrisa me desarmas,
y me dejas en la tierra descubierto;
con una palabra me envuelves,
y me entrego al éxtasis de la flor;
con una caricia me liberas,
y vivo elevado hasta tu luz

miércoles, 2 de marzo de 2011

Renacer de Sueños



Miguel Pacheco Loins

Febrero de 2011


Me alzo en alados seres de sueños olvidados
en el tiempo de reencuentro con el agua de la vida,
con la piel adormecida que se funde en el rocío,
frescor dulce del primer día de tu mágica presencia.

Canto de los mares que rítmicos se mecen
en palpitantes movimientos que a lo lejos me delatan,
y el temblor que te descubre las fuerzas de la tierra,
de las íntimos anhelos de la esencia de la vida.

Inciertos los destinos y la plaza a que me invita
la fragua que el agua enciende no libera de esta aurora,
candente y roja el alma como en aire te transforma,
vital es tu presencia, necesito respirarte.

En las manos se diluye la efímera esperanza
y me calza desesperos y los pasos en zozobra,
el calmo tiempo desgarrado con sus mantos devastados
por el hierro de tu escudo, de tu espada y de tu yelmo.

La mesura que ensordece el campo de la justa,
la piel convertida en costra de la tierra prometida,
que sostiene la cordura de los días de la espera,
enraíza a cada grieta que el tiempo cicatriza.

Mil pasos adelante, como brazas convertidos,
oscuros mantos que resguardan el brillo de tu ser,
despiertan presurosos ante la cálida presencia
y redime la distancia que abate una caricia.

Inciertos los destinos y la plaza a que me invita
la fragua que enciende vida libera las amarras,
el alma descubierta en su esencia te transforma,
vital en el ahora, una dádiva mañana.

No encadeno las ofrendas de una vida natural,
comparto los caminos y aprendo a respirar,
en el incierto entramado de la ruta compartida,
mas hoy somos los que beben de la misma vida.