Miguel Pacheco Loins
Noviembre 2014
El los
ojos dulces de la mañana
se
descubre la promesa de los días
que
persisten ante frío de los breves inviernos
y el
fuego que calcina con nuevas las miradas.
Los días
se despliegan a tus pasos,
la
incertidumbre te atrae temerosa,
prevalece
la esperanza ante la rosa y sus espinas,
la luz
de tu rostro e iluminar las nuevas sombras.
Te
descubres fuerte amazona,
en tu
silencio atento no te rindes,
descubres
el inhóspito silencio de desiertos
y
conviertes tu ruta en la más fértil primavera.
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